FORTALEZAS QUE TODO JUGADOR DEBE TENER O CULTIVAR: CONCIENCIA DE EQUIPO

Durante estos meses, hablaremos de las distintas fortalezas que un jugador debe tener o desarrollar para ser imprescindible en el equipo.

Hoy hablaremos de “LA CONCIENCIA DE EQUIPO” ya que no sólo les hace mejores personas y es apreciado y considerado por sus compañeros, sino que también es una de las cualidades que todo entrenador busca en los jugadores de su equipo.

Algunos de los equipos que han dado ejemplo en el sentido de darle prioridad al equipo antes que a la individualidad es el Sao Paulo de Telé Santana, la Holanda de Rinus Michels, el Milan de Arrigo Sacchi o el Barcelona de Pep Guardiola. Todos ellos jugaron desde el pensamiento de que el equipo, ayudado de grandes individualidades, maximiza las mejores condiciones de juego.

Para esta conciencia de equipo es imprescindible aspectos emocionales como el feedback o la comunicación positiva entre los jugadores, de lo que hablaremos más adelante en detalle.

Me gustaría terminar con un relato especial para que entendáis la importancia que tiene y cómo se puede llevar a cabo, y se trata de una experiencia compartida por Theo Gambarini, un entrenador de prestigio y lo más importante, lo que cuenta es de un equipo de fútbol con niños. ¡Totalmente inspirador y todo un ejemplo!

“Un jugador habilidoso, veloz, dominante y egocéntrico es sólo un jugador prescindible; un jugador con consciencia de equipo, de espíritu de grupo y con una clara empatía, es un gran jugador imprescindible.

En una ocasión fui a ver el comienzo de un campeonato infantil. Cuando estaba en la premier de los equipos pude ver que había un grupo que se encontraba aislado mirando como los demás hacían su presentación.

Pregunté, como curioseando al organizador, por qué esos niños estaban solos a un lado; me contestó que esos eran los que habían “SOBRADO” cuando se formaron los otros equipos: son los gorditos, los “patas duras”, los “NERDS”. 

Sin salir de mi asombro y no pudiendo entender tamaña discriminación inhumana, le pregunté si aún había tiempo para inscribir un equipo más. 

Claro, me contestó; ¿qué equipo?

¡El de aquellos niños que me mencionaste! – le dije.

No tienen entrenador, nadie los preparó.

¡Pues ya lo tienen! repuse; seré yo.

Ese campeonato lo hemos ganado; con los mismos niños que habían sido discriminados y la siguiente temporada lo hemos vuelto a hacer, fueron los primeros bicampeones que hubo en esa categoría.

¿Milagro? ¿Magia?, ¿trampa?; NO, ¡EQUIPO! Nadie vio la capacidad que esos niños tenían para trabajar en equipo, eran como hermanos, eran como una unidad de soldados de elite emocional. Lo que uno no podía hacer, lo hacía otro, o quizás una combinación de recursos suplantaba lo que se carecía. El que no era veloz, fue determinante en la defensa, el flaquito corría como el viento, el petizo era escurridizo, el gordito una muralla infranqueable y todos… UNA FAMILIA. No teníamos ninguna estrella, pero fuimos una galaxia.

Tres de aquellos niños hoy son profesores de educación física formativa, otros crearon empresas exitosas, algunos son profesionales dedicados a fomentar lo social. Y todos, todos son SERES HUMANOS MARAVILLOSOS.

Han pasado 20 años de aquella epopeya y en cada una de sus casas está el cuadro que les motivó a vivir cómo hermanos, la foto de un grupo de niños que les enseñó a ser hombres.

Si educamos a los entrenadores, a los docentes y profesores a ver a las personas, el mundo sería más humano”.

Theo Gambarini- Neuro entrenamiento deportivo. Formador de una generación de entrenadores y deportistas del futuro. Sobre la conciencia de equipo.